El jueves 14 de noviembre he inaugurado una nueva exposición titulada “El rostro de las cosas” en Zaragoza.
Está vez en la Sala Canfranc de la Fundación Caja Rural de Aragón, en un lugar muy céntrico de Zaragoza, la sala se encuentra junta a la Puerta del Carmen, lugar histórico y emblemático de Zaragoza, está situado en C/ Canfranc, 22. Local, enfrente casi de la Puerta del Carmen y cerca del Paseo Pamplona.
Tengo que dar las gracias a la Fundación 🤩 y al director de la Sala 🖼 por apostrar por el arte y la cultura.
¡¡Os invito a verla y os espero para compartir el arte más emocional!!
Hasta el 10 de enero de 2025, puedes visitar la exposición El rostro de las cosas de la artista y pintora de Zaragoza Inés Gran en la Sala Canfranc (C/ Canfranc, 22. Local, ) Del 14-11-2024 al 10-01-2022.
¿Qué vais a encontrar en este espacio?
Te presento la exposición «El rostro de las cosas». Desde hace 3 años intento potenciar mi carrera de artista, vengo profesionalmente del diseño gráfico y actualmente estoy muy comprometida con la pintura y trabajando el expresionismo abstracto, mí obra esta inspirada por la naturaleza y sobre todo el mar, no doy sentido a la vida sin el color, dejándome llevar por las emociones sobre los lienzos. Casi todas mis obras son en gran formato.
Primero de todo es una reflexión del hombre a través de la naturaleza y los colores:
¿Se rebela la naturaleza contra sus criaturas?
Ante todas las catástrofes naturales surge la pregunta de porqué la Tierra, nuestra GAIA, madre de la vida, desata tanta violencia contra sus hijos.
Ya nuestros ancestros miraban al cielo, buscando respuesta a lo que no podían explicar, intentando exorcizar los maleficios de la naturaleza. Invocaban a los dioses y les ofrecían sacrificios para su protección.
Pero seguramente este cuento ya lo conocen, y lo desprecian como superstición. Lo fue, como lo es ahora la creencia de que la Tierra es la casa de la humanidad. El planeta es un ser vivo, donde la humanidad es uno más en el equilibrio entre lucha y cooperación. Todos los elementos de la vida tienen una fuerza de titanes y, aunque ahora seamos más poderosos, también somos más peligrosos. Incluso, más innecesarios para el bienestar de Gaia.
El azar de la evolución nos otorgó una mente prodigiosa, lo que significa una enorme responsabilidad. ¿Y para qué? ¿Acaso para destruir la madre Tierra? No. Encontremos el alma que anida en nuestra mente; honremos a la Madre Tierra, que nos acoge en su casa, la casa de la vida. Gaia defenderá su hogar pese a la traición de sus hijos. Ayudemos, pongámonos del lado de la naturaleza, o nos aplastará como estirpe maldita.
Otra persona que ha pasado por la exposición y siempre es un placer volver a encontrar es Sílvia de Blogssipgirl, ella es tan dulce y cariñosa, un cielo de persona, se acerco a la Sala Canfranc para visitar la exposición y me realizo una entrevista para el blog de Madeinzaragoza, estás eran sus palabras: » Sentimientos ocultos que afloran en forma de pinceladas de colores vibrantes, luz inspiradora y formas ondulantes. Así son las obras de @inesgran.art, obras con alma que transmiten, con una sensibilidad a flor de piel, alegría y luminosidad.
Sílvia tiene un blog de lifestyle en el que habla de eventos, cultura, moda belleza, gastronomía y + en Zaragoza y también hace entrevistas para Made in Zaragoza, os pongo el link de la entrevista tan bonita y llena de emociones que me realizó. Este es su espacio dentro del blog.
Aquí os pongo la entrevista completa que me realizo Sílvia de Blogssipgirl, para el blog de Madeinzaragoza:
Arte abstracto, con trazos enérgicos y colores vibrantes, que descubre una naturaleza envolvente y sugerente.
Inés Gran es una zaragozana apasionada de la búsqueda de la libertad a través de sus pinturas. Inés se considera ciudadana del mundo, ha vivido en Blanes (Costa Brava), en Dinamarca y en Roma. Y ahora, a punto de cumplir los 60 años, confiesa que, aunque, le da un poco de vértigo, se mira hacia dentro y se siente muy joven y con ganas de aprender y de emprender aventuras.
Inés, a través de esta entrevista, nos abre su interior y nos dibuja, con alegres pinceladas, aspectos de su vida. Una vida marcada por una infancia movida y nada aburrida.
«En mi niñez tuve que tener por fuerza un espíritu soñador, me faltó mi padre desde los 5 años por la separación mis padres. Se separaron en una época en que no existía el divorcio en España y tuve que inventarme una vida en la que sus ausencias no me produjeran mucho dolor.
Mi madre tuvo que ser una mujer fuerte por obligación y no tenía mucho tiempo para mi hermano ni para mí. Se incorporó al mundo del trabajo desde su condición de “sus labores”, profesión de la mayoría de mujeres en la España de los 70, para sacar a sus hijos sola adelante. En los 70 y 80 España era un país muy distinto a lo que tenemos ahora. Viví la transición e incluso la movida madrileña. Culturalmente era un país realmente loco y divertido, la gente tenía muchas ganas de cambiarlo todo, y éramos rebeldes y soñadores.
En mi infancia, y por esta circunstancia de la separación de mis padres, tuve experiencias de lo más distintas con respecto a los otros niños y compañeros con los que crecí en el colegio. Mi padre vivía con una danesa y estuvo 9 años viviendo en Dinamarca. Yo vivía todo eso con los ojos abiertos como platos, disfrutando cuando me iba de viaje de vacaciones a Dinamarca, incluso estuve estudiando allí en un colegio de la embajada española en Copenhague. Tuve una infancia, ni mejor ni peor que la de otros niños pero sí, algo distinta. Es muy largo de contar, sobre todo la sensación de libertad, de modernidad que suponía conocer una sociedad como la danesa. Tengo, por supuesto, maravillosos recuerdos.»
¿Cómo descubriste tu lado creativo?
Mi vida ha estado unida al arte desde que tengo uso de razón, sobre todo a las artes aplicadas, a través de mi padre, que es joyero de profesión y al que de pequeña veía trabajar en su banco de joyero, estirar y fundir los metales, darles forma y pulirlos… y de aquí creo me viene todo lo artístico.
He sentido admiración por todo lo que al arte se refiere, sobre todo lo creado con las manos. Me une a mis emociones más íntimas y me conectan con mi niño interior. Es algo primitivo y muy auténtico que nace de dentro.
¿Cuándo descubres que puedes dedicarte plenamente al arte y el diseño?
Al dejar el instituto en 2º de BUP me apunté a la Escuela de Artes Aplicadas de la plaza de los Sitios de Zaragoza y allí cursé 5 años, en los cuales trabajé el dibujo artístico y lineal, la cerámica, forja, fotografía, técnicas de policromado, y sobre todo me encantaban las clases de modelado y escultura en barro. Es algo que recuerdo con gran placer, me tenían siempre que echar de los talleres porque me daba la hora del cierre de la escuela.
Disfruté muchísimo de mi paso por esa escuela, el sitio y el edificio eran preciosos. Un lujo.
En los dos últimos años opté por la especialidad de “Dibujo publicitario” lo que ahora es “Diseño gráfico”. Era el año 1987 y quiero anotar que no existía el diseño gráfico, eso es algo que llegó después, y sobre todo en España con la incorporación de los ordenadores. En 1989, acabé la escuela y llegaron los primeros Mac a nuestras vidas. Se incorporan a las imprentas y las agencias de publicidad como paso entre los originales y la impresión, la preimpresión, y así me incorporé al mundo del diseño gráfico, primero en un periódico, varias imprentas y agencias de publicidad.
Hasta que en 2003 comienzo a trabajar por mi cuenta y me hago autónoma, más de 35 años trabajando como diseñadora gráfica, sobre todo para el Ayuntamiento de Zaragoza, en prácticamente todos sus departamentos; cultura, educación, servicios sociales, juventud, etc. Tiempos que recuerdo con auténtico placer, de crear, de crecer en lo profesional y personal. Era todo realmente nuevo y la experiencia muy enriquecedora, no me puedo quejar.
Realicé durante 7 años la campaña de Navidad del Ayuntamiento de Zaragoza con Zaragoza Cultura de la mano de Sonia Sin. Durante 14 años el Zaragoza Diversa con la casa de las Culturas. Tuvo que llegar un COVID para que se dejase de hacer mi imagen del muñeco de colores. El diseño ha ocupado una parte muy importante de mi vida. Ha sido mi vida profesional, una gozada la verdad.
¿El arte te sirve como terapia?
Fui muy mala estudiante y muy rebelde, tenía mucha rabia dentro y así descubrí que creando es dónde saco mi mejor versión, sobre todo porque me sumerjo en el mundo de la creación y las horas pasan en un suspiro. Soy nerviosa e impaciente por naturaleza y crear me sirve como una gimnasia, un entrenamiento donde dejo mis energías y al finalizar respiro con tranquilidad.
Tu arte expresa, con colores vibrantes y trazos enérgicos, una alegría y vitalidad desbordantes. ¿Qué buscas transmitir con tus creaciones?
Es un camino de sanación y de introspección. Yo soy una persona con mucha energía y fuerza, siempre he sido y soy muy positiva, incluso en los momentos más duros, que los he tenido como todo el mundo. Pienso que la vida es un regalo increíble y tenemos que vivirla a tope, cada uno con las cartas que le toquen, seguramente los colores son mi modo de conectar con la felicidad y la alegría, y los trazos enérgicos es la fuerza desbordante de la propia vida, no se ver los unos sin los otros, y además me conectan con la naturaleza y los espacios que habitamos. Yo busco trasmitir mi unión con la creación a través de la propia creación, la madre tierra, nuestra madre “GAIA”, un organismo vivo del que formamos parte y del que no podemos desvincularnos.
Somos una especie más que habita ese cosmos poderoso y dependemos de él, no somos nada sin todo lo que es el universo, y no somos tan importantes como nos creemos, es probable que nos acabemos extinguiendo por no tener la capacidad de vivir en armonía con este planeta. Me entristece pensarlo y necesito crear escenas y pinturas para rendir homenaje a la vida, la vida primordial, que sostiene este planeta tan bello. Al final, lo siento como una religión, algo que me acerca al origen, no soy creyente pero necesito creer en algo y la naturaleza, sobre todo el mar, es un bálsamo, me ha ayudado junto con la pintura en los momentos más duros a reconciliarme con todo.
Actualmente podemos conocer tus obras en la exposición «El rostro de las cosas» que, hasta el 10 de enero de 2025, acoge el espacio Fundación Caja Rural de Aragón en la Sala Canfranc, C/Canfranc, 22, Zaragoza, en horario de lunes a viernes de 18:00h a 20:00h. ¿Qué vamos a encontrar en esta muestra?
Pues sobre todo mucho color y energía.
Una persona que ha estado en la exposición me dijo que le aportaba paz y serenidad, que se sentía muy a gusto rodeado de las pinturas, eso me sorprendió gratamente.
Obras con color y trazos enérgicos pero que te trasmiten cosas para descansar la mente. Imagino que cada uno tendrá unas sensaciones. Para mí han sido 3 años de apostar por la vitalidad y energía del color, después del COVID y de la muerte de mi madre necesitaba sentir mucha alegría y eso es lo que he querido sacar fuera la alegría de vivir, de sentir el viento, el sol, el mar, la tierra, ya que nos aportan todo para ser auténticos.
¿Cómo defines el estilo Inés Gran?
Pinto abstracto, expresionismo abstracto. Me dejo llevar en el momento de pintar por mis emociones, mi lucha interna, mi amor y admiración por lo que me rodea. Todo fluye y no me da tiempo a pensar, sólo sentir, dejarme llevar y con los colores y la pincelada, crear desde dentro, una catarsis de eso que siento en el pecho y en la mente.
¿Qué técnicas y materiales utilizas en tus creaciones?
Desde que trabajo la abstracción, pinto en acrílico, en soporte de lienzo, alguna vez texturas, con arenas, polvo de mármol, Gesso… Pero por norma, es todo muy básico, eso sí, pinto con las manos ya que los pinceles me limitan, y me siento mucho más libre pintando directamente con las manos. Las manos son mis pinceles, tienen alas y me gusta dejarlas volar libres por el lienzo, es una sensación muy agradable.
¿Cuándo surge y dónde encuentras la inspiración?
La inspiración la encuentro en la necesidad de crear. Siempre me inspira el lugar dónde me encuentro físicamente en ese momento. Si estoy en el mar, es fantástico, él me da fuerza, energía y vida, si es en la ciudad, son esas imágenes de lo que veo, lo represento de un modo que no tiene nada que ver con la realidad, lo idealizo. Me ayuda mucho, verlo en colores y con energía para afrontar el invierno, así prefiero renacer. También las noticias de la actualidad me inspiran, no soy indiferente a las guerras y eso me hace sentir dolor y rabia, tengo cuadro pintados con ese motivo en los que he volcado mucha rabia.
Reconozco que, para protegerme, prefiero un mundo idealizado, pero claro no vivo de espaldas a las atrocidades que se cometen en nombre de religiones o luchas de poder. Y el cambio climático también es otro tema que me preocupa mucho, amo este planeta así que sentir que enferma por muestras malas praxis me ha inspirado en muchos momentos, es un modo de rendirle homenaje.
¿Cómo ves el panorama artístico actual?
Me encanta, lo veo lleno de creatividad. La gente tiene unas ganas locas de comunicarse y crear, es una maravilla. Yo, muchas veces, no sé ni cómo es posible la cantidad de grandes artistas desconocidos que existen por todo el planeta. El ser humano necesita del arte, de la ciencia, de la comunicación, de realizarse más allá de lo que le imponen, necesita la libertad, y a través de estas disciplinas se siente mucho más cerca de ella